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Editorial |
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Los sistemas de seguridad social de las universidades públicas son diferentes, con problemáticas específicas, por lo que no es posible encontrar una solución que se aplique al conjunto; sin embargo, es conveniente establecer estrategias generales que permitan la convergencia de los sistemas de seguridad social de todas las instituciones de educación superior públicas. En este tipo de universidades existen cuatro tipos de sistemas de pensiones:
Universidades afiliadas al sistema estatal de seguridad social, el ISSSTE y el
IMSS. Universidades que cuentan con un sistema de pensiones formal bajo responsabilidad parcial, que es
complementario al de alguna institución de seguridad social. Universidades que cuentan con un sistema de pensiones formal bajo su responsabilidad total. Universidades que cuentan con un sistema de pensiones formal bajo su responsabilidad total y además
sus trabajadores reciben pensiones de otra institución de seguridad social. Por otra parte, los sistemas de pensiones muestran
también una gran inequidad, y la mayor parte de los beneficios a su cargo
pasan por una situación crítica en cuanto a financiamiento; requieren de
reformas en algunos casos y en otros de la adopción de medidas que permitan
solventar los compromisos que de ellos se derivan.
De acuerdo con el estudio actuarial solicitado por la
ANUIES, los pasivos se estiman en más de 100 mil millones de pesos para las
actuales generaciones y en más de 150 mil millones de pesos para todas las
generaciones. Prácticamente todas las universidades cuentan con sistemas de
pensiones y de pagos únicos “desfinanciados”. Algunas de estas
instituciones corren el riesgo de descapitalizarse, como consecuencia del
mal diseño de los sistemas.
La falsa equidad entre generaciones y la diversidad de
prestaciones impiden elaborar estrategias únicas para todas las
universidades. Sin embargo, es conveniente intentar la convergencia de sus
prestaciones en el mediano plazo, de manera que su pago sea viable
económicamente y se garantice la continuidad de la fuente de trabajo.
El tema de la seguridad social requiere de una visión de
largo plazo, donde las acciones del Estado y de las universidades se
orienten a cambios que permitan la viabilidad financiera.
Es necesario que en cada universidad se integren comités
interdisciplinarios, en los que participen sus actuarios, con el objetivo de
buscar soluciones a los problemas actuales o futuros generados por la
seguridad social, pues es inevitable modificar la mayoría de los sistemas
de seguridad social de las universidades.
Los nuevos sistemas de seguridad social deberán
garantizar al trabajador y/o a su familia una vida digna una vez terminada
su vida activa, ofreciendo prestaciones de seguridad social a quien
realmente requiere de ellas, es decir, a quien ya no pueda trabajar.
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A lo largo del curso se abordarán tres temas principales: Alternativas de generación de recursos para instituciones de crédito educativo; Administración del riesgo del crédito educativo; y Análisis de la gestión de cobro y de la morosidad de la cartera. Los debates están dirigidos a
directivos y mandos medios de instituciones y programas de crédito
educativo, así como a colaboradores de fundaciones, universidades y
gobierno y en ellos participarán expertos del sistema financiero,
directores de instituciones de crédito educativo y expertos de APICE. Los
interesados en obtener información más detallada sobre el curso podrán
dirigirse a la se de APICE, calle Carrera 11 No. 77-20 Interior 3, Bogotá,
DC, Colombia. Tel: 571 2179560, 571 3465448, 571 2112875. Correo e: [email protected]
y [email protected]; o
bien a la Fundación APEC de Crédito Educativo con Miriam Díaz Santana,
Apartado 1451, Santo Domingo, República Dominicana. Tel: 8096867541. Fax:
809 6897541. Correo e: [email protected].
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